viernes, septiembre 24, 2010

Miradas al aire

Desconozco la hora que entregada al tiempo me esclaviza a ti. Me envuelve en el oscuro sentimiento del velo nocturno y me hace acontecer. Soy la brisa suave que acaricia tu suave rostro en la mañana y el sereno tranquilizador de la noche en vela. Soy más que un cielo y sus estrellas y nada soy ante tu mirada.

Que demencia en tu inconsciente logra que me veas, que memorias u olvidos constituyen tu norte. Oh amado mio, si en la transparecia de mi ser te reflejas. Cuan sábios han de ser nuestros enemigos que ignoran la embriaguez de mi presencia.

Cual loco enamorando, en un jardín desposeído, cortando mis suspiros...Ahí estamos yo soplando livianamente tu cabello y tú mirando hacia lo infinito.

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